01/06/2016

Las empresas jóvenes que innovan con éxito crecen tres veces más que las consolidadas

Un estudio constata que las empresas jóvenes deben asumir más cargas a la hora de innovar respecto de las que ya tienen una trayectoria en el mercado. La investigación la han encabezado Agustí Segarra y Mercedes Teruel, del Departamento de Economía de la URV. Sin embargo, aquellas empresas jóvenes que innovan y consiguen sobrevivir triplican el crecimiento en comparación con las que tienen más de treinta años. Los resultados de la investigación abren una reflexión sobre la necesidad de un cambio en las políticas públicas y financieras que tienen como objetivo fomentar la I + D y la innovación

El Estado español invierte un 1,44% del PIB en innovación. El dato, muy por debajo de la media respecto del conjunto de Europa, sitúa al país en la cuarta posición por la cola de todo el continente. Este panorama lo sufren especialmente las empresas jóvenes, y así lo demuestra un estudio elaborado por Agustí Segarra y Mercedes Teruel, del Departamento de Economía de la URV, junto con Alex Coad, del Instituto de Prospectiva Tecnológica de la Comisión Europea. Los investigadores analizaron los datos correspondientes al período 2004-2012 de unas 12.000 empresas recogidas en la Encuesta sobre innovación en las empresas, que elabora el Instituto Nacional de Estadística.

Hasta ahora, muchos estudios habían expuesto la relación que existe entre la innovación y el tamaño de las empresas, pero no habían tenido en cuenta la edad. El objetivo de esta investigación fue explorar la relación entre la I + D teniendo en cuenta la edad de las empresas en términos de ventas, productividad y empleo.

El trabajo demuestra cómo la generación de conocimiento a través de la I+D y la innovación está estrechamente relacionada con la edad de la empresa innovadora. Los resultados mostraron que las empresas jóvenes (de menos de diez años) son las que asumen más riesgos cuando invierten en I+D. Estas compañías, precisamente por su corta trayectoria en el mercado, necesitan invertir más en I+D, pero tienen un entorno adverso: pocos recursos, falta de apoyo de la banca y unas políticas públicas de fomento de la I+D poco desarrolladas.

Por su parte, las empresas maduras (de más de treinta años) no tienen tanta necesidad de innovar porque han alcanzado una cuota de mercado, están más asentadas, cuentan con más experiencia y también más recursos propios que no tienen que ir a buscar fuera, de modo que cuando invierten en I+D no asumen tantos riesgos.

Mercedes Teruel y Agustí Segarra.
Mercedes Teruel y Agustí Segarra.
Superar el riesgo, garantía de éxito

El estudio ha constatado, sin embargo, que aquellas empresas jóvenes que innovan y logran sobrevivir tienen un ritmo y una capacidad de crecimiento mucho más elevados que aquellas que llevan más años en el mercado. «Hemos observado que las empresas jóvenes tienen más probabilidad de conseguir un alto crecimiento, pero también de sufrir un decrecimiento más acentuado», explica Mercedes Teruel. En términos de ventas, por ejemplo, las empresas jóvenes que innovan de alcanzan una tasa de crecimiento promedio del 36,5% anual, una cifra mucho más alta que la de las empresas maduras, que es de un 11,75%.

Parte de estos riesgos se explican por el hecho de que, según el estudio, las empresas jóvenes innovan sobre todo sacando productos nuevos en el mercado (lo hicieron un 61,5% de las compañías estudiadas), lo que conlleva que la probabilidad de riesgos sea mayor. Si bien las empresas de más de 30 años también tienen un porcentaje de producto nuevo (un 8,1% de la muestra del estudio), el hecho de estar más establecidas y disponer de una cartera de clientes más amplia hace que se pueda compensar un fallo de este producto nuevo.

El estudio también apunta que la media de las empresas jóvenes que invierten en I+D aceleran la creación de empleo y la productividad. Por el contrario, se ha observado un decrecimiento en términos de ventas.

Como conclusión, los investigadores apuestan por un cambio en las políticas económicas e institucionales que garanticen mayor estabilidad para este sector empresarial. «Las empresas jóvenes innovadoras o con potencial innovador invierten mucho en I + D, pero necesitan un entorno financiero e institucional que reduzca el riesgo que asumen», afirma Agustín Segarra.

Referencia bibliográfica: Coad, A, Segarra, A, Teruel, M. «Innovation and firm growth: does firm age play a role?» Research Policy 2016 March, 387-400. 10.1016/j.respol.2015.10.015.

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