04/11/2021

El enólogo Pol Sancho gana el XX Premio Jaume Ciurana de Enología

Su expediente académico, la experiencia y un proyecto profesional sobre recuperación de viñas viejas de variedades minoritarias le han hecho merecedor de este galardón, que patrocina la asesoría vitivinícola Rius & Rius. Durante el acto de entrega del premio el director de la publicación La Semana Vitivinícola, Salvador Manjón, ha pronunciado una conferencia sobre la importancia de aplicar el conocimiento a la hora de difundir la cultura del vino

Recuperar y replantar terrenos familiares con injertos de viñedos viejos de variedades locales minoritarias del campo de Tarragona es el objetivo central del proyecto de Pol Sancho. El enólogo, recién graduado por la URV en la promoción 2019-20, ha sido el ganador del Premio Jaume Ciurana de Enología, que este año conmemora su 20ª edición y que se otorgó ayer miércoles 3 de noviembre en un acto en el Paraninfo de la Universidad. Durante el acto, el director de la publicación La Semana Vitivinícola, Salvador Manjón, pronunció una conferencia sobre la importancia de aplicar el conocimiento a la hora de difundir la cultura del vino. También se proyectó un vídeo de homenaje al 20 aniversario de este galardón, realizado por Laia Favà, estudiante de último curso de Comunicación Audiovisual. El jurado de esta edición ha estado formado por Jaume Ciurana, hijo del enólogo que da nombre al premio y que fue el impulsor de los estudios de enología en Cataluña; Miquel Rius, de Rius & Rius Assessors; Salvador Manjón, Iolanda Tortajada, decana de la Facultad de Letras y Manuel Suárez, decano de la Facultad de Enología.

El premio Jaume Ciurana es un reconocimiento al expediente académico de la persona premiada, su experiencia en el mundo de la enología y el proyecto profesional al que va a destinar el dinero del galardón. En este caso, el ganador, aparte de continuar consolidándose como enólogo en la bodega que su familia tiene en Puigpelat, se ha planteado el objetivo de impulsar un proyecto propio centrado en «recuperar variedades locales actualmente muy escasas en el Camp de Tarragona que pueden aportar valor y un rasgo diferencial que no se encontraría en otras DO, como las variedades blancas Subirat Parent, Cartoixà Vermell y Vinyater, que actualmente sólo suponen un 0,53% de los blancos, a pesar de poder hacerse buenos vinos con ellas», explicó. Según Pol Sancho esto también puede hacerlo con las variedades de tinto: «La mayoría de las que encontramos son Tempranillo, Merlot y Cabernet Sauvignoon, pero el Garrut, sinonimia de Monastrell, variedad trabajada en los Países Catalanes, tiene muy buena adaptación y buena resistencia en las enfermedades, y en cambio sólo existen 6,6 hectáreas plantadas», afirma.

El enólogo se muestra convencido de que cada vez se valora más el producto local, por lo que considera que potenciar estas variedades y hacer divulgación sobre ellas «es un buen camino a seguir, sobre todo para que no se acaben perdiendo, ya que con las que se pueden hacer vinos diferentes a cambio de variedades ampliamente extendidas» con las que se realizan vinos comunes», asegura.

La estudiante de Comunicación Audiovisual, Laia Favà, recibe la beca por la realización del vídeo conmemorativo de los premios, de la mano de Miquel Rius, de Rius & Rius Assessors, compañado de Salvador Manjón y la rectora María José Figueras.
Un premio que llega a las 20 ediciones

El Premio Jaume Ciurana ha celebrado este año la 20ª edición de estos galardones, que desde el inicio apostaron por hacer protagonistas a los y las mejores estudiantes surgidos de la Facultad de Enología de la URV. Con motivo de este aniversario se otorgó una beca para realizar un vídeo conmemorativo de la historia de los premios que elaboró ​​Laia Favà, estudiante de último curso de Comunicación Audiovisual en la Universidad. El vídeo, que se proyectó durante el acto, repasa la historia de estos premios, a través de testimonios de sus impulsores, de los diferentes decanos de la Facultad de Enología en estos 20 años de historia y en el que también se recoge el testimonio de algunas de las personas premiadas, que valoran lo que les aportó en su momento este reconocimiento.

Salvador Manjón durante su conferencia.
Divulgación y conocimiento, claves para impulsar el sector

Para cerrar el acto, el director de la publicación La Semana Vitivinícola, Salvador Manjón, pronunció una conferencia titulada La mejor promoción, el conocimiento, en la que apostó por intentar recuperar el consumo del vino -que ha pasado de los 75 litros por persona y año en los años sesenta, a los 22 en la actualidad- a través de la divulgación del conocimiento sobre este alimento, teniendo en cuenta la diversidad de consumidores y sus preferencias. Manjón destacó, por ejemplo, que «el 85 por ciento de las decisiones de compra se toman de forma inconsciente, dependiendo de mecanismos emocionales, poco racionales». La persuasión y la comunicación visual han pasado a marcar la diferencia, según el experto, una realidad ante la que las bodegas deben buscar la forma de persuadir comunicando sus aspectos emocionales para influir en la decisión de compra del cliente. Citando resultados de estudios recientes, afirmó que «el consumidor más joven se basa en las sensaciones. Al no tener conocimientos específicos, su elección se fundamenta en elementos visuales. Prefieren las etiquetas frescas, modernas, originales y de estilo minimalista». Por el contrario, el consumidor de mayor edad va más allá. «Centra más atención en los aspectos informativos del vino y acepta que haya más elementos en la etiqueta». Detalles como una escritura horizontal en el etiquetado captan más atención que un nombre escrito verticalmente, explicó. Según Manjón, el uso de imágenes visuales para narrar la historia de una bodega o DO “generará más actividad emocional y favorecerá la atención, el nivel de compromiso con una marca y la memoria del consumidor», aseguró.

El experto también habló sobre la pérdida de superficie vinícola en España y la pérdida de interés por cultivar el viñedo, en muchos casos por su falta de rentabilidad, y reclamó una política agraria más sostenible ambiental y económicamente, más social e igualitaria que permita una renta digna a los agricultores.

Durante su conferencia también lamentó que, pese a la alta calidad de los productos vitivinícolas, no se ha sabido generar la comunicación efectiva que permita poner en valor los vinos como merecen. Por este motivo apostó por mantener su compromiso con el sector vitivinícola poniendo los medios para facilitar la cultura del vino a través de la difusión del conocimiento.

 

 

 

 

 

 

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