31/10/2025
Las plantas de tratamiento de agua eliminan la mayoría de microplásticos, pero algunos procesos pueden reintroducirlos
Dos investigaciones lideradas por la URV muestran que las desalinizadoras y potabilizadoras reducen hasta el 99% de las partículas, aunque la remineralización y el lavado de los filtros pueden aumentarlas puntualmente
Dos investigaciones lideradas por la URV muestran que las desalinizadoras y potabilizadoras reducen hasta el 99% de las partículas, aunque la remineralización y el lavado de los filtros pueden aumentarlas puntualmente
El agua que sale del grifo en el área metropolitana de Barcelona contiene niveles muy bajos de microplásticos. Así lo constatan dos investigaciones recientes lideradas por un equipo investigador de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV), con la colaboración de la Universidad de Barcelona y el Ente de Abastecimiento de Aigua Ter-Llobregat (ATL), publicadas en las revistas Desalination y Wasser.
Durante el estudio se han analizado, por un lado, las dos grandes desalinizadoras que procesan agua de mar y, por otro, dos plantas potabilizadoras que tratan agua dulce: una con agua del embalse del Pasteral (río Ter) y la otra con agua del río Llobregat. Las cuatro instalaciones alcanzan reducciones muy elevadas de microplásticos, con tasas globales de eliminación que oscilan entre el 83% y el 99,5%. A pesar de las diferencias iniciales en la calidad del agua de entrada -desde 402 partículas por metro cúbico en el Pasteral hasta 4.465 en el Llobregat o 2.294 en la captación marina del Llobregat-, el agua final de consumo presenta valores similares y bajos: entre 22 y 130 microplásticos por 2
Etapas críticas del proceso
En el caso de las desalinizadoras, la etapa de ósmosis inversa demostró ser la más eficiente, con una retención prácticamente total de las partículas (hasta el 99,9%). Sin embargo, el paso final de remineralización, que sirve para volver a aportar sales al agua, reintrodujo fibras y otros microplásticos. Las camas de calcita utilizadas contenían hasta 191 partículas por kilo de material, lo que provocó repuntes de microplásticos tras el proceso de remineralización.
En las potabilizadoras de agua dulce, el punto crítico se identificó en la gestión del agua de lavado de los filtros de arena y carbón activo y en el agua de recirculación de los clarificadores. Estas aguas, que se vuelven a introducir en el proceso para reducir el consumo global, contenían concentraciones muy altas de microplásticos (entre 17.400 y 63.000 por metro cúbico). Cuando se reincorpora esta agua, los niveles de microplásticos en determinadas etapas pueden aumentar en lugar de reducirse. Es lo que los investigadores describen como “eficiencias negativas”: en lugar de disminuir, la concentración sube y en algunos puntos se registraron incrementos de hasta el 93% respecto a la etapa anterior. Sin embargo, el proceso completo vuelve a reducir los valores hasta niveles muy bajos en el agua de salida.
Las fibras fueron la forma más habitual de microplásticos que se halló en esta investigación, con porcentajes que superaban el 60–80% del total. Provenían sobre todo de celulosa sintética, poliéster y poliamida, mientras que los fragmentos y filmes detectados correspondían principalmente a polietileno y polipropileno, plásticos de uso muy común en envases y productos cotidianos.
Una exposición muy baja para la salud
El equipo investigador ha calculado que una persona que beba exclusivamente ese agua ingeriría anualmente entre 12 y 71 microplásticos, dependiendo de la planta de procedencia. Esta cifra es muy inferior a la que puede derivarse de otras vías: hasta 78.000 partículas anuales con agua embotellada y entre 2.500 y 8.100 por el consumo de moluscos.
Ambas investigaciones demuestran que las plantas de agua analizadas son muy eficientes en la eliminación de microplásticos y que no representan una fuente importante de exposición para la población. Sin embargo, señalan que es necesario mejorar el control de puntos concretos del proceso: la remineralización en las desalinizadoras y la gestión del agua de lavado en los filtros de las potabilizadoras. Ante esto recomiendan realizar un seguimiento y mantenimiento periódico de estas etapas para reducir aún más la reincorporación de microplásticos y reforzar la seguridad del agua potable.
Referencia bibliográfica: Andrea Barrientos-Riosalido, Nora Exposito, Erika A. Torres, Pere Emiliano, Fernando Valero, Martí Nadal, Jordi Sierra, Joaquim Rovira. Removal and reincorporation of microplastics at several stages of two seawater reverse osmosis plants that provide drinking water to Barcelona metropolitan area. Desalination, Volume 615, 2025, 119329, ISSN 0011-9164, https://doi.org/10.1016/j.desal.2025.119329.
Exposito, N., Rovira, J., Torres, E.A. et al. Microplastics in Treatment Units and Water Recirculation Systems of Two Drinking Water Treatment Plants Feed with Fresh Water in Catalonia (NE Spain). Water Air Soil Pollut 236, 755 (2025). https://doi.org/10.1007/s11270-025-08313-3
