29/10/2020

Los Premios Consell Social URV al Impacto Social de la Investigación reconocen siete proyectos

Abordan los trastornos del neurodesarrollo, la ejecución hipotecaria, la terapia oncológica, los polímeros del futuro, el cáncer ocular infantil y la obesidad infantil

Imagen de la coordinadora del proyecto CORALS, Nancy Babio, evaluando uno de los niños participantes en el estudio para la prevención de la obesidad infantil.

El Consejo Social de la URV ha hecho público el veredicto sobre los proyectos de investigación de los investigadores e investigadoras de la universidad reconocidos con el Premio Impacto Social de la Investigación 2020 por haber tenido, o porque prevén tenerlo, un impacto destacable en la mejora de la sociedad. En esta edición han sido siete los proyectos premiados, dos que ya han podido demostrar su aplicabilidad, sobre las ejecuciones hipotecarias y sobre la obesidad infantil, y cinco más que están en curso para abordar mejoras en los trastornos del neurodesarrollo, en la terapia oncológica, el retinoblastoma, la obesidad infantil y los polímeros.

En el ámbito de las ciencias sociales y las humanidades, el proyecto «El impacto de la investigación en ejecución hipotecaria como motor para potenciar nuevas dinámicas en los tribunals de justicia«, de las investigadoras Elisabet Cerrato y Roser Casanova, ha sido el ganador en la modalidad ex post (ya desarrollado). El proyecto busca fórmulas alternativas a la subasta judicial y ha conseguido un cambio en la dinámica de actuación de los tribunales de justicia. Así, gracias a la activación del sistema de «venta por persona o entidad especializada», en vez de la subasta, hay una mejora en la respuesta a la reclamación de las deudas impagadas en una ejecución hipotecaria.

En este mismo ámbito, pero en la modalidad ex-ante (pendiente o en ejecución), el proyecto ganador ha sido «EPINED-II: Estudio de los predictores psicológicos, socioeducativos y biológicos del curso de los trastornos del neurodesarrollo para mejorar su calidad de vida y el funcionamento psicosocial«, de Josefa Canals, Paula Morales, Núria Voltas y Patrícia Esteban. Este proyecto estudiará factores multidisciplinares como marcadores de diagnóstico temprano de TDAH o TEA en una muestra representativa de escolares de la demarcación de Tarragona y de su curso evolutivo, ya que muchos niños con dificultades no están atendidos por el sistema, lo cual implica un impacto negativo en su vida y en el entorno.

En el ámbito de las ciencias de la salud y de la vida, el proyecto ganador del Premio al Impacto Social de la Investigación ex post es «European Childhood Obesity – Early Programming by Infant Nutrition (CHOP)«, de Marta Zaragoza, Joaquin Escribano i Natàlia Ferré. Los resultados de este estudio proporcionaron información valiosa para la prevención de la obesidad, fundamento científico para apoyar nuevas regulaciones sobre el contenido proteico de las fórmulas infantiles y de continuación, mejoras para el desarrollo de productos de nutrición infantil.

En la modalidad ex ante, el proyecto reconocido en este mismo ámbito ha sido «Estudio longitudinal para determinar los factores de riesgo que se asocian con la obesidad infantil. Estudio CORALS», de Nancy Babio y Jordi Salas-Salvadó. Con este estudio tratan de entender cómo interactúan los individuos con su entorno desde edades tempranas, y cómo estas interacciones predisponen a desarrollar exceso de peso. Ya han empezado a identificar y cuantificar los factores de riesgo de obesidad infantil en niños y niñas de 3 a 6 años y se les hará  un seguimiento durante 10 años. De esta forma se podrán establecer estrategias eficaces de prevención de la obesidad infantil.

En el ámbito de las ciencias experimentales, ingeniería y arquitectura, se han seleccionado tres proyectos ex-ante y ha quedado desierta la modalidad ex post. Más concretamente, el proyecto ganador de este ámbito ha sido «Desarrollo de tecnología de encapsulación para mejorar la terapia oncológica«, de Marta Giamberini, Bartosz Tylkowski y José Antonio Reina. El objetivo de este proyecto es mejorar la vida cotidiana de los pacientes con cáncer. A través de los conocimientos y experiencia en tecnología de encapsulación y ciencia de los materiales del equipo investigador, se propondrá la fabricación y caracterización de micro y nanocápsulas biodegradables para prevenir y gestionar los efectos secundarios del tratamiento del cáncer.

El jurado del premio también decidió otorgar ex aequo el reconocimiento a los proyectos «Vitrímeros, los polímeros del futuro: reciclables, auto-reparables, auto-soldables y con excelentes prestaciones termo-mecánicas«, de Sílvia de la Flor y Àngels Serra, y «Aplicación móvil para el diagnóstico precoz del Retinoblastoma, el cáncer ocular más frecuente en niños/as«, de Carme Julià. El primero pretende desarrollar nuevos materiales poliméricos termoestables basados en redes covalentes adaptables, totalmente reciclables, autorreparables y autosoldables, para aplicaciones de la industria óptica, pantallas de protección, lentes orgánicas que requieran transparencia y altas prestaciones térmicas y mecánicas. El segundo tiene por objetivo desarrollar una aplicación móvil para diagnosticar de manera precoz el retinoblastoma, el cáncer ocular más frecuente en niños. Mediante la aplicación se identificaría de forma automática la leucocoria que presentan los pacientes en las fotografías almacenadas al aparato y se podría evitar la enucleación del ojo.

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